domingo, 13 de mayo de 2018

Aire

 Descansando mi cabeza sobre su pecho desnudo en los minutos después de la consumación, escucho el latido de su corazón desacelerar lentamente y me pregunto una y otra vez si he hecho lo correcto. Cierro los ojos y permito que el ritmo de su respiración me conduzca al sueño, donde mis pensamientos no pueden alcanzarme en la inmensa obscuridad del inconsciente.

 Al despertar encuentro una cama vacía y no puedo hacer nada para detener la avalancha de emociones que revolotean dentro de mi ser al resurgir los pensamientos de la noche anterior. Es cuando mis pulmones comienzan a arder que me doy cuenta que he estado conteniendo la respiración, a lo que instintivamente respondo tomando una bocanada de aire y no puedo parar estoy hiperventilando, subo las manos a mi boca para intentar detenerme y lo logro durante tanto tiempo que el proceso se repite. Parecen ser siglos atrapada en el ciclo infernal hasta que entre mis párpados logro divisar su silueta y no puedo creer lo que estoy haciendo, sentada en su cama intentando controlar un ataque de pánico que se está saliendo de control.

"Respira," me dice mientras se acerca "si no dejas que entre el aire a tus pulmones solo será peor."

 En una parte recóndita de mi mente, hay una voz que me recuerda que él ha experimentado este tipo de situación y me dice que sus palabras tienen una lógica perfecta. Sin embargo, la parte de mi mente que se encuentra a cargo en el momento no deja de gritar ¿CÓMO QUE RESPIRE, NO TE DAS CUENTA QUE ES JUSTAMENTE LO QUE NO PUEDO HACER, IMBÉCIL?
 No es sino hasta que se ha sentado a mi lado en el borde de la cama y ha separado las manos de mi cara que logro recobrar un poco de compostura y, entre jadeos, logro pedirle una distracción.

 Entonces... entonces me besa. Aún siendo un desastre, despeinada y sudada por la noche anterior, con lágrimas corriendo por mi cara y todavía usando no más que ropa interior. El efecto es casi instantáneo, me congelo por un minuto mientras mi cerebro procesa el acontecimiento hasta que consigo cerrar los ojos e inhalar un respiro tembloroso antes de responder el beso.
 Al principio es lento, casi amoroso, con lágrimas que continúan cayendo bajo mis mejillas. Después me doy cuenta de que sí, definitivamente ha de ser correcto, y antes de que pueda darme cuenta estoy sobre su regazo con sus labios presionados contra mi cuello y mis uñas contra el suyo.

 Puede que solo fuesen esas veinticuatro horas, fugaz y superficial como una brisa de verano; o algunos días, intenso cual tormenta; incluso podría perdurar algunos meses, constante como el viento de otoño. Pero lo más importante: allí y entonces, podía respirar.

sábado, 7 de junio de 2014

Cambio de Piel

Hay veces que simplemente quiero desgarrar mi piel, conseguir separarla en tiras y separarla de mi con mis propias manos. Pero no es tanto un deseo físico sino emocional.

¿Cómo sería tener la capacidad de una serpiente y mudar de piel cada vez que hayamos crecido?
Dejar todo atrás, después de un período doloroso para deshacerse de ello, y terminar con una nueva piel que nos ayuda a vivir diferentes situaciones.

A veces, sólo quiero poder arrancar todo lo que hace daño en mi interior. Si, deja cicatrices y duele, pero una vez está lejos ya no puede seguir haciendo daño.
A veces, me gustaría ser capaz de dejar sentir nuevas cosas sin que las viejas se interpongan en el camino.
A veces, quisiera ser una serpiente.

viernes, 28 de marzo de 2014

La depresión es...

...Ese día a la mitad del verano en que usas un suéter porque tienes frío, y viene de adentro. ...Cuando pasas media hora bajo el agua caliente en la ducha porque ese frío no se quita con nada. ...Esa ocasión en que pierdes evaluaciones en el instituto porque lo último que deseas es pensar. ...Esa mañana en la que sales de casa con ganas de caminar, mantenerte en movimiento, porque de otra manera comenzarás a pensar de nuevo. Es el deseo de evitar toda aquella cosa que te provoque sensación alguna, pues una vez has vuelto a sentir, los sentimientos seguirán llegando hasta ahogarte.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Ansiedad Navideña

Noche vieja, poco después de la media noche, está sola por elección propia. Todos se han ido hace horas a pasar la noche con sus familias o amigos en algún lugar diferente para no sentirse solos… pero a ella todas esas preparaciones le producían una ansiedad cercana al pánico, junto al sentimiento de vacío que ésta época representaba. Las luces están apagadas y ella sentada junto a una ventana con los ojos cerrados aspirando el aroma típico del aire de invierno. Está agitada y debe concentrarse en su respiración mientras su corazón pelea una batalla contra enemigos desconocidos, respirar conscientemente le es difícil y lágrimas se deslizan por sus mejillas largos minutos antes de darse por vencida. Hunde su rostro entre sus manos al tiempo que todos sus sentidos se agudizan como respuesta automática del cuerpo ante una situación estresante. El reloj de pared marca un tiempo infinito con su tormentoso tic-tac, en el baño una gota golpea de agua la cerámica a cada tres tics y cuatro tacs, las decoraciones navideñas titilan desdeñosamente a través de la ventana cada una con un tiempo diferente, las sábanas son ásperas al tocar su piel, el cuarto comienza a dar vueltas y se siente desfallecer. Corre hacia el baño y cae de rodillas frente al retrete, tiene arcadas pero de ella no sale nada más que aire y lágrimas. Su cerebro deja de trabajar con tanta celeridad, el corazón alza la bandera blanca en una batalla más, y los pulmones exhalan con dolor el último suspiro agitado antes de tomar una bocanada de aire como aquel que hubiese estado ahogándose bajo el agua. Siente que la calma empalaga sus huesos volviéndolos de goma y se recuesta en la pared con esa tediosa sensación. Todo ha acabado, por ahora…

miércoles, 24 de julio de 2013

Flotando A La Deriva

 Pasan los minutos, horas y días sin que nada cambie. Es como si el tiempo y el espacio simplemente se hubiesen detenido para observar la lenta ruina que la recibe en sus brazos con regocijo.

 Hace poco esa chica se encontraba sentada en el claro tejiendo una corona con flores, enfocada únicamente en esa tarea, mientras unas pastillas hacían efecto en su cuerpo lentamente. Al terminar miró al cielo con una sonrisa partida y la puso sobre su rizada cabellera, se levantó y caminó instintivamente hacia un lago poco más allá de los árboles.
 Se sienta a la orilla de un mohoso y viejo muelle, da un último vistazo a su alrededor con los ojos acuosos y una sola lágrima se escurre por su mejilla al cerrar los ojos y lanzarse al agua. Flota por unos segundos y sus cabellos dorados reflejan por última vez los rayos del sol, un encanto divino flotando a la deriva con mejillas sonrojadas y piel de porcelana. Los químicos han recorrido finalmente todo su cuerpo y sus músculos cesan de mantenerla a flote mientras sus pesadas vestiduras la hunden lentamente, cientos de burbujas quedan momentáneamente como única evidencia de aquella tragedia sin testigos.

 El tiempo y el espacio han vuelto a correr, olvidándose que un ángel ha muerto, respetando su decisión con indiferencia luego de darle un momento para cambiarla.

sábado, 6 de julio de 2013

Las Jaulas Que Representan Los Títulos

 No suele pasar mucho cuando se escribe alguna historia corta o larga, sea de ficción o realismo (o al menos eso creo hasta ahora, puedo estar extraordinariamente equivocada sin saberlo); esta jaula se presenta principalmente en capítulos específicos de cualquier cosa que se escriba y... ¡También en las entradas de blogs!

 En el momento que comienzas a escribir puedes marcarte un título y entonces te mentalizas que no debes salirte mucho de aquel tema que estás tratando -porque así debe ser, ¿no?-, por lo que quizás puedas terminar dando vueltas sobre los mismos argumentos en diferentes palabras a lo largo de aquello que escribas. El título se convierte entonces en una jaula que amenaza con volverse más pequeña si haces un mísero cambio en lo que piensas expresar.
 También están esas otras veces en que comienzas a escribir sin ponerte la limitación y cuando ya no hayas más nada en tu mente por plasmar en el texto, resulta que no hay palabras que logren englobar aquello que hemos escrito. ¡¿Y qué hay de mi cuando no puedo encontrar un título?! Es posible que alguna oración o palabra nos de una pista del título que podríamos escoger, pero para eso habría que cambiar eso y lo otro... en fin, es todo un lío.

 Por eso, mis queridos amigos, es que los escritores principiantes -y a veces no tanto- como yo podemos caer en la redundancia millones de veces al escribir algo. !Tened un poco de piedad, por favor! Eventualmente iremos mejorando, pero hasta entonces, saludos desde nuestras cárceles de títulos.

jueves, 4 de julio de 2013

Canción De Cuna, Barbara Wood

Sinopsis

Mary Ann, una joven católica de diecisiete años con una vida cómoda, de padres en apariencia tradicionales, sale con Mike. La relación de ambos chicos no ha pasado de algunos besos, Mary Ann no ha consentido que se supere esta etapa aún.
Una noche, tuvo una pesadilla, un sueño morboso e inexplicable. Y poco después descubrió con estupor que estaba embarazada. Todo el mundo desconfiará de ella. La noticia conmovió a la familia y Mike se debate entre el amor que siente hacia Mary Ann y la sensación de la traición. Sólo el doctor Jonas cree en ella y demostrará que hay una posibilidad científica de explicar el embarazo de la chica.
Paulatinamente, una posibilidad fue tomando forma.

Reseña

Al principio cuesta olvidarse de que el libro se encuentra ambientado en 1963, por lo que es difícil controlar las reacciones que se tienen ante ciertas cosas como la manera en que se visten o que Mary de ninguna manera iba a tener sexo antes del matrimonio. Dependiendo también de las creencias religiosas que se tengan -o se carezcan-, es amena la lectura o una montaña rusa de cierto hastío hacia algunas situaciones.
 Personalmente me enamoré de Germaine, la mejor amida de Mary, por ser liberal aún en tiempos como aquellos. Y sus razones tenía... pero no es tiempo para andar dando spoilers.
 Por la manera de escribir de la autora, he de clasificar este libro en la categoría super conocida de "adultos jóvenes". Aunque tiene ciertos contenidos científicos que quizá pondrían una mirada de disgusto en rostros paternos al saber que sus hijos leen tales cosas (que no es nada, sólo algo de clonación y cosas parecidas) al igual que disgustó terriblemente a los padres de Mary y al padre Crispin.

En caso de que alguien esté interesado, tengo la versión PDF. Pueden poner su correo en los comentarios y se los haré llegar.