sábado, 30 de marzo de 2013

Pánico Escénico... ¿En La Escritura?

  De alguna manera me ha pasado desde que muchos conocidos conocen este blog, aunque probablemente no lo frecuentan, que me siento cohibida al escribir... como si ahora escondo varias cosas por miedo a ser juzgada, me da ese extraño pánico escénico que no sufría desde la última vez que me paré a hablar en un escenario.

 El pánico que sientes cuando estas en un escenario no es nada comparado por supuesto, al estar en frente de todos viendo sus caras y casi sintiendo sus pensamientos cruzarte como espadas en una simple mirada mi voz tiembla y comienzo a decir tonterías porque olvido el orden en las cosas que he pensado. En cambio cuando estoy frente al teclado no puedo saber que piensan y me atemoriza hacer algo mal, dañar la imagen que ya tienen de mi...

 Porque algo que sabemos los escritores es que tanto el teclado como la tinta y el papel, pueden ser nuestra gloria y perdición al momento en que dejamos que alguien más lo vea. Puede destruirnos, porque aquello que plasmamos en palabras son pequeños pedazos de nuestra alma expuestas al juicio de un jurado más que probablemente cruel y en otras ocasiones, exquisitamente adorables. Si, adoro -de una forma meramente platónica- a todos aquellos que gustan de mis escritos, pero más allá aprecio a los que tienen el valor de criticar aunque me duela... y sólo unos pocos han hecho esto.



 Entonces aquí creo que también llego al pánico, de los que no opinan sino que quedan callados.
Y para aquellos que no capten la indirecta, es... ¡¡¡¡COMENTEN!!!

viernes, 29 de marzo de 2013

Lenguaje Corporal

 No sé ni a medias la razón pero siempre que intento adivinar lo que piensas me enredo entre mis propios pensamientos, luchando por encontrar todo lo que he aprendido del lenguaje corporal, y termino más en un mundo lejano con la mirada perdida que en ese momento disfrutando como debería.

 Ocasiones en que me miras con lo que solo puedo describir una mirada puntiaguda e inquisitiva, pero siempre sueles decir que no es nada. Esos pequeños asentimientos cortos con una sonrisa que te hacen ver como una niña y me causan tanta gracia... no de la manera en que puedas pensar, sencillamente me parece lindo.


 Y luego te miro, en mi cabeza diciendo a gritos "¡joder, bésame!" porque soy insegura y no es algo que vaya a hacer, juego con tu cabello y dirijo mi mirada hacia la gente a nuestro al rededor esperando que ardan en combustión espontánea pero cuando la pequeña chispa de esperanza se va y se que no va a suceder... vuelvo a mirarte, esta vez con ternura y pensando "ojalá tuviese el valor suficiente".
 Entonces esos pocos momentos en que consigo el impulso necesario, mi cuerpo titubea y olvida decirme que debo hacer. Por eso adoraría que supieses leer mi... lenguaje corporal.

lunes, 25 de marzo de 2013

Tormentas

Es un día nublado, no lo suficiente para que cualquiera pueda creer que una gran tormenta se acerca, por lo que cierta chica se anima a caminar a través de las calles vacías mientras la llovizna comienza a mojar su cabello y refrescar su cara. Por mera precaución guarda sus audífonos y su celular en un lugar donde el agua no pueda alcanzar si la lluvia fuera más fuerte.

 El cielo va oscureciendo con cada paso que da y el agua cae con más fuerza en su rostro, se detiene a comprar un paraguas y aunque duda entre seguir su camino o llamar por ayuda, decide que un poco de lluvia no le hará mal. Las calles se inundan y se moja los pantalones hasta las rodillas, y por supuesto sus zapatos están como kayaks abandonados a su suerte en una corriente muy fuerte.

 Apresura su paso y sujeta con fuerza el paraguas, intentando esquivar los huecos y grietas del suelo para no caerse. Repentinamente el cansancio la hace detenerse un segundo y entonces mira al cielo, que está ahora bañado con cadenas brillantes de rayos a la distancia, el estruendo del relámpago la estremece y en ese preciso instante se pregunta qué sucedería si alguno de aquellos la impactara... tan mojada y sola como estaba, probablemente moriría antes de poder sentir dolor. ¿La extrañaría alguien?

 Sigue caminando, las preguntas acumulándose en su cabeza sin cesar mientras sus piernas pelean con el agua en las calles llena de basura y porquerías. ¿Se enterarían que ha muerto siquiera? El frío cala en sus huesos y se alegra cuando distingue las enormes rejas de acero que la han aprisionado y cuidado durante tanto tiempo.
 Entra a la casa desolada, conformándose con un poco de calor, y se desviste en su camino hacia una ducha caliente. ¿Iría alguien a llorar en su funeral, a encargarse que sus últimos deseos fueran cumplidos? Abre la llave de agua caliente y deja que ésta junto al vapor se lleven todos aquellos pensamientos probablemente autodestructivos.


Estos son los sentimientos que causan las tormentas.
Lo que la belleza de cadenas de luz pueden provocar en uno... ese sentimiento de inferioridad.
¿O quizá solo el saber de que se es mortal?

domingo, 24 de marzo de 2013

Protegida Por La Inocencia

 En sueños, una niña llega a lo que parece un antiguo parte de diversiones con carruseles y sillas que vuelan dando vueltas en el aire. La pequeña de un vestido con lazo y zapatitos de tacón bajo decide entonces montarse en un unicornio rosa que relincha como un caballo desde el carrusel.

 La atracción comienza a dar vueltas lentamente y la niña suelta pequeñas carcajadas al ver como todo parece tomar vida haciendo ruidos mecánicos, en poco minutos esto la aburre y se dirige hacia una de las sillas que la hacen volar con su cabello revoloteando al rededor de su pequeña carita. Cuando decide detenerse está mareada y siente que el piso se mueve debajo de ella.

 Se acerca tambaleando a una tienda de palomitas y ve lo que se supone ha de ser un montón de nubesitas amarillentas, convertidas en un material chicloso verde y mohoso. Su mareo ya ha pasado y se aleja con pasos cortos hacia atrás temiendo voltearse y echarse a correr, aún así da la vuelta y tropieza, cae sobre sus rodillas y el dolor la hace romper en llanto.

 Poco a poco del suelo empiezan a salir seres grotescos que se arrastran hacia ella, el cielo antes soleado se nubla con una bandada de cuervos y los animales del carrusel empiezan a moverse como para liberarse de sus cadenas y ella suelta un grito tan fuerte que logra despertarse en habitación rosa y clara, libre de miedos... fue protegida por la inocencia.

martes, 19 de marzo de 2013

Encrucijadas, decisiones.

 Creo fervientemente que en algún momento de nuestras vidas a todos se nos presenta una clase de encrucijada amorosa y aunque pueda suceder con frecuencia en otros temas, nunca nos acostumbramos realmente a tomar decisiones sino que dejamos que las cosas sucedan... o al menos eso hago yo.

 Hace poco experimenté cierto momento como ese que acabo de mencionar, la diferencia con la mayoría de las otras personas es que a mí me atraían dos seres de diferente género y me atraían con la misma intensidad. Como era de esperar de una persona cuya educación fue altamente conservadora, al principio me incliné por el masculino ya que era algo más "seguro" aunque luego mi opinión habría de ser cambiada.
 Hablé con ambos por un tiempo, intentando hacer una decisión. Y no fue hasta que ella me dijo un -muy directo- "me gustas", que no llegué al punto de enloquecer por horas intentando aclarar mi mente.

 Tomó poco más de una hora tranquilizarme luego de aquella "revelación" (en realidad ya lo presentía) y estar del todo de acuerdo con mi decisión. Sí señores y señoras, la elegí a ella aún sabiendo el montón de cosas que eso podría implicar pero después de calmarme todas esas cosas dejaron de importarme, sólo me acerqué más a ella.
 Por supuesto, también tuve que hacer distancia con el chico, no era algo obligatorio... sólo tengo esta cosa de ser extremadamente leal. El mismo día de aquel hecho simplemente levanté una muralla entre él y yo, como si fuera la cosa más sencilla que pude haber hecho, creo que incluso le hablé de ella y pues eso generalmente aclara a cualquiera el 'SOMOS AMIGOS'.

 Así que aquí veis como la pequeña Lilith afronta las encrucijadas... esperando que alguien más la obligue a actuar.


Así que cuando leas esto, ya sabrás que hacer para que actúe ; )

domingo, 3 de marzo de 2013

Geografía

 Escucho esta palabra por casualidad y no puedo más que relacionarla contigo, me has convertido en un ser dependiente de tu recuerdo y presencia, por lo que al escuchar "Geografía" solo aparecen en mi mente imágenes fugaces de tu cuerpo.



 Al levantar la vista tengo brillantes estrellas en tus ojos, al bajar tus mejillas sonrosadas me recuerdan el atardecer en algún inhóspito y hermoso lugar del mundo, luego tus labios con la exquisitez de arenas rosas como en la playa a la que alguna vez fuimos. 
¿Con qué debería seguir...? ¡Oh, si! Tu piel divinamente suave y fresca como el aire que sopla en primavera en los campos de Escocia mientras el sol acaricia la piel, un tormento frío y caliente que lleva a la dulce locura.
Luego... luego están tus pechos como dos pequeñas colinas que me encanta subir y bajar tanto con las manos como con mi boca, suaves como las nubes en alguna remota isla del caribe. Más abajo me encuentro con tu ombligo, un pequeño orificio que se me hace como el pozo de los deseos que asemejan a los que las grandes ciudades de Europa tenían en las fortalezas hace tantos años atrás.
Más abajo en las regiones del sur encuentro el edén, en el que corren las aguas del amazonas cuando te hago feliz, y entre tus suspiros y gritos ahogados siento que nos rodea la aurora boreal del polo como una barrera que excluye a todo lo demás.

Y aquí estoy con no más que una palabra, creando cuentos de hadas en tu almohada.