domingo, 2 de junio de 2013

Hacia El Edén. Anne Rampling.

 Ahora mi humilde opinión sobre un libro que leí apenas la semana pasada, de mi admiradísima Anne Rice bajo el pseudónimo de Anne Rampling.

*ALERTA: puede incluir Spoilers*

Sinopsis: Elliott Slater desea lo que más temor le inspira. Después de un largo periodo de educación con el maestro Martin, firma un contrato por dos años para ingresar como esclavo en un club sadomasoquista en una isla del Caribe. El Club es un paraíso artificial en el que todas las fantasías se cumplen, donde lo más difícil es aprender la absoluta sumisión. En él, Elliott conoce el placer más profundo y el mayor de los miedos. Todos soñamos con lo prohibido, pero sólo algunos convierten en realidad sus fantasías.

MI Clasificación: Romance para calenturientos de quince años.

 Aquí es donde confieso que tengo una secreta afición por el mundo del BDSM* y que a la simple mención de "sadomasoquista" el libro me dijo que lo comprara y no me dejó otra opción que hacerlo.
 ¿Por qué lo clasifico como romance en lugar de erotismo, como lo hace la editorial? Porque a los quince años leí cosas mucho más fuertes que esa -un libro al que le haré reseña en algún momento próximo- y me decepcionó un poco ese hecho, entre otras razones.

 Al principio habla Lisa Kelly, una de las fundadoras de El Club, explicando de que va todo. Lisa es una Ama del sadomasoquismo y una vez fue esclava, tiempo que explica más adelante en el libro, que se viste de cuero y reparte órdenes a sus esclavos bien remunerados con mucho sexo y placeres en El Club. Luego aparece Elliott, que es más o menos un periodista atrevido que tuvo una experiencia cercana a la muerte y desea acercarse a "la violencia simbólica" mediante someterse a sus amos en entera sumisión sexual. Cuando Elliott comienza su viaje hacia la isla paradisíaca se puede echar un pequeño vistazo a lo que es la sumisión plena en todos los aspectos; ya que mantienen a los esclavos desnudos y encadenados, algunos estando plenamente consientes de que aquello es lo que más placer les proporciona y otros cuantos lloriqueando entre escalofríos de placer. Explican con el mayor cuidado del mundo que estos esclavos fueron probados a nivel físico y psicológico para poder firmar aquel contrato de dos años, y que sólo los mejores del mundo entero fueron aceptados, excluyendo con severidad a menores de edad y personas cuyo real deseo no era ser sometidos.
 Lisa se convierte en la instructora personal de Elliot cuando éste llega al Club y luego de apenas dos sesiones de sado puro y doloroso, ella toma una decisión que los llevará a tener sexo convencional mientras recorren el estado de Louisiana -Anne Rice y su cosa con Nueva Orleans cansa después de seis libros, ¡en serio!- y se enamoran.

 Esperaba tener una vista más grande al mundo del sadomasoquismo con éste libro, y esa fue mi única decepción porque de resto es una muy buena historia si no les importa soportar menciones de latigazos y vello púbico por todas partes.

*BDSM: Bondage, Dominación y Disciplina, Sadismo y Sumisión, Masoquismo.

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