Desgarra mi ropa con urgencia tangible, tira de mi cabello hasta que sienta cada hebra estirarse. Hazme olvidar que pertenezco a este mundo. Muerde mi piel como si quisieras arrancarla, retén mi cuerpo con fuerza contra una superficie plana. Fuérzame a desear desvanecerme entre tus brazos.
Que mis quejidos y gemidos no te paren, sigue con la tortura aún cuando mi carne febril tiemble ante el contacto. Sonríe perversamente cuando muerda mis labios hasta sangrar y mis ojos intenten internarse en mi cabeza. Comenta en un susurro que esta jaula no me hace justicia mientras que permanezco vulnerable ante tus manos y dientes.
Libérame. Libérame de esta cárcel de piel y huesos al menos unos segundos, y déjame olvidar todo.
Simplemente precioso, arrebatador y pasional. Una de mis entradas favoritas. Un beso, nena :)
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