jueves, 26 de julio de 2012

Tentación

Un ángel que vive escondido entre humanos, lo sé por su mirada, esa luz que irradia y se vuelve más fuerte si se le mira a los ojos durante unos segundos, la alegría que nunca la abandona aún cuando pasa por momentos tristes.

No me atrevo ni a hablarle, se ve tan hermosa con sus rizos castaños y su piel de porcelana que cuando se acerca un atisbo de mi propia naturaleza está al borde de ser descubierta. Cuando susurra un saludo en mi oído al pasar su voz suena como campanas de viento entonando la música de los cielos, pero justo entonces recuerdo quién soy y las palabras no llegan a formarse en mis labios.

Ella es luz mientras yo soy oscuridad, un demonio que no merece el amor de tal criatura celestial, un ángel caído en desgracia por creer en el amor de un ser incorrecto... una humana que vivió hace tantos años que ningún ser mortal podría contar, un amor que se desvaneció fugaz cuando mi espíritu inmortal tomó una hermosura mas bien siniestra y la humana se asustó al sentirlo. Soy un demonio porque hace milenios que trabajo para el mal y sólo me arrepiento ahora, pero no hay perdón para un ángel que desafió las leyes de Dios.

Mi ángel se acerca de nuevo con su caminar danzante, haciendo nada más que tentarme, tentar a un amor de la tentación, ¿quién lo imaginaría de aquella manera? Pero es así, ella me tienta a romper más reglas y permitirme amarla, me tienta a hacerla romper las reglas.

Ya no hay perdón para éste demonio, no hay nada más por delante que caer en la tentación.

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