sábado, 6 de julio de 2013

Las Jaulas Que Representan Los Títulos

 No suele pasar mucho cuando se escribe alguna historia corta o larga, sea de ficción o realismo (o al menos eso creo hasta ahora, puedo estar extraordinariamente equivocada sin saberlo); esta jaula se presenta principalmente en capítulos específicos de cualquier cosa que se escriba y... ¡También en las entradas de blogs!

 En el momento que comienzas a escribir puedes marcarte un título y entonces te mentalizas que no debes salirte mucho de aquel tema que estás tratando -porque así debe ser, ¿no?-, por lo que quizás puedas terminar dando vueltas sobre los mismos argumentos en diferentes palabras a lo largo de aquello que escribas. El título se convierte entonces en una jaula que amenaza con volverse más pequeña si haces un mísero cambio en lo que piensas expresar.
 También están esas otras veces en que comienzas a escribir sin ponerte la limitación y cuando ya no hayas más nada en tu mente por plasmar en el texto, resulta que no hay palabras que logren englobar aquello que hemos escrito. ¡¿Y qué hay de mi cuando no puedo encontrar un título?! Es posible que alguna oración o palabra nos de una pista del título que podríamos escoger, pero para eso habría que cambiar eso y lo otro... en fin, es todo un lío.

 Por eso, mis queridos amigos, es que los escritores principiantes -y a veces no tanto- como yo podemos caer en la redundancia millones de veces al escribir algo. !Tened un poco de piedad, por favor! Eventualmente iremos mejorando, pero hasta entonces, saludos desde nuestras cárceles de títulos.

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