lunes, 21 de enero de 2013

Indesición

 La niña malcriada quiere un nuevo juguete, pero este juguete es uno que vive y piensa, este juguete le ha impuesto condiciones para aceptar caer en sus manos y ella no sabe si puede llevar a cabo tales juegos con un ser pensante e independiente.

 Se recuesta contra la pared y deja salir un suspiro porque tanto pensar en ello la tiene exhausta. Saca de su chaqueta un papel doblado donde el chico escribió sus condiciones.

  1. Esto es un juego, no quiero verme enredado en algo serio, si algo cambia debes decirlo.
  2. Soy libre de buscar alguien más y si la consigo, el juego se detiene.
  3. No malgastarás tu tiempo -estando conmigo- si lo necesitas.
 Muerde con más fuerza su labio inferior ante cada una de las declaraciones, cuando termina está a nada de hacerlo sangrar. El gran problema es que ella es una niña y como tal se va a encaprichar... ¿qué pasará cando quiera el juguete sólo para sí?

 Comenzó a caminar, incapaz de quedarse quieta por más tiempo. Debía darle una respuesta esa tarde porque así lo había prometido, pero aún después de semanas no podía decidir que hacer.

 Tenía días pensando en los contras que le veía a sus condiciones, cosas como que ÉL sería de su propiedad al aceptar ser un juguete y no sería quién para decirle como usar o no su tiempo, además que no debería hacer muchas cosas sin que ella lo autorizara... ¿sería que el chico no había jugado nunca y desconocía las funciones de un juguete? Los juguetes sólo pueden hacer lo que sus dueños ordenan y ella lo tenía claro, pero al parecer él no.

 Antes si quiera de darse cuenta se había comprado una gigantesca barra de chocolate, la cuarta del día, y se encontraba frente a las mesas donde habían acordado verse.

 Cinco segundos después él dejó su mochila en la mesa y miró a su al rededor buscándola, ella se acercó y con una mano haló de su camisa para llevarlo hacia sí. Lo besó y algo le dijo que era el azúcar y las endorfinas del chocolate actuando, pero en ese momento decidió no hacer decisión alguna.

-A la mierda los contratos -le dijo entre dientes con una mirada salvaje y volvió a besarlo.

Simplemente dejaría que el tiempo formase el destino.

2 comentarios:

  1. Eso lo escribiste tu? Me encantó :)
    Besos, publica pronto :)

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    1. Por supuesto ^.^ en realidad fue muy basado en la realidad. Gracias!! :D Realmente aprecio muchísimo eso.
      Espero poder hacerlo, acabo de volver a clases y tengo que acomodarme al horario ;)

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