domingo, 3 de marzo de 2013

Geografía

 Escucho esta palabra por casualidad y no puedo más que relacionarla contigo, me has convertido en un ser dependiente de tu recuerdo y presencia, por lo que al escuchar "Geografía" solo aparecen en mi mente imágenes fugaces de tu cuerpo.



 Al levantar la vista tengo brillantes estrellas en tus ojos, al bajar tus mejillas sonrosadas me recuerdan el atardecer en algún inhóspito y hermoso lugar del mundo, luego tus labios con la exquisitez de arenas rosas como en la playa a la que alguna vez fuimos. 
¿Con qué debería seguir...? ¡Oh, si! Tu piel divinamente suave y fresca como el aire que sopla en primavera en los campos de Escocia mientras el sol acaricia la piel, un tormento frío y caliente que lleva a la dulce locura.
Luego... luego están tus pechos como dos pequeñas colinas que me encanta subir y bajar tanto con las manos como con mi boca, suaves como las nubes en alguna remota isla del caribe. Más abajo me encuentro con tu ombligo, un pequeño orificio que se me hace como el pozo de los deseos que asemejan a los que las grandes ciudades de Europa tenían en las fortalezas hace tantos años atrás.
Más abajo en las regiones del sur encuentro el edén, en el que corren las aguas del amazonas cuando te hago feliz, y entre tus suspiros y gritos ahogados siento que nos rodea la aurora boreal del polo como una barrera que excluye a todo lo demás.

Y aquí estoy con no más que una palabra, creando cuentos de hadas en tu almohada.

4 comentarios:

  1. simplemente maravilloso, me encanta, muy digno de ti

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  2. Cuando piense en geografía de hoy en adelante, mis pensamientos cobraran una dirección muy distinta...

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